Si pienso en la pasada Nochevieja me parece que fue ayer, pero si trato de rescatar momentos puntuales del año ha sido larguísimo. No sé si soy la única a la que le ocurre esto de que el tiempo pasa muy rápido y muy lento a la vez (contradictorio, lo sé, pero no puedo explicar la sensación de otra forma).
A veces pienso que se debe a que no lo aprovecho bien, pero por otro lado, hay días en los que no doy para más. En fin, mis cosas 😉
Si tengo que hacer balance de este 2017 he de reconocer que ha sido bastante bueno. No he tenido grandes sobresaltos en lo personal y con eso y salud, creo que es más que suficiente.
En el terreno del trabajo, he empezado un proyecto que espero ver culminado en 2018 (ya os contaré de qué se trata y, como veréis, es muy yo)
Tampoco puedo quejarme en cuanto a la escritura, ya que en septiembre publicaba mi cuarta novela Kiss me before flight. No compartía nada desde 2015 y me apetecía, pero no conseguía terminar ninguno de los proyectos empezados. De hecho, «arrastro» otras dos novelas más desde entonces.
En estos dos años fuera del «mercado de las novedades» he aprendido que debo tomarme el escribir como algo tranquilo, sin presionarme por publicar. Prefiero terminar más tarde, pero con algo que sienta que merezca la pena como son estas dos últimas novelas.
Este 2018 comienza bien, ya que el próximo 11 de enero verá la luz mi quinta historia Todos mis ex (que ya está en preventa en Amazon). Es una novela diferente que me ha costado casi dos años decidirme a publicar porque es muy espacial para mí.
No me he propuesto grandes metas en este ámbito para este año, tan solo terminar la historia de uno de los protagonistas de Todos mis ex (a poder ser antes de septiembre) y darle más vida a este nuevo blog. Tengo proyectos en otros terrenos y, para hacerlo todo medianamente bien, no creo que llegue a más.
No sé por qué, pero tengo especial ilusión porque llegue este nuevo año. ¿Y vosotros?
¡Feliz 2018!
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